martes, 12 de marzo de 2013

Y el cáncer afinó la puntería



Maldito cáncer,

Tú que tantas lágrimas nos has hecho y nos haces derramar a todos, tú que tanto dolor has causado en pacientes pero sobre todo en familias enteras, tú que nos has dejado el hogar medio vacío, has quitado un plato en nuestras mesas, y has convertido en nostalgia lo que sin ti hubiera sido una grata compañía. Y por si fuera poco nos dejas la impotencia de no tener a quién culpar más que a ti, maldito cabrón.

Denigras a seres humanos a los que no solo vas apagando a tu antojo si no que les privas de ver crecer a los suyos, les privas de compartir con aquellos a los que quieren algo tan sencillo como un puto abrazo, un beso o una mísera mirada de vez en cuando.

Y a los que tenemos que dar las gracias de no padecerte en nuestra propia carne, nos dejas aquí, imaginando cómo hubiera sido el mundo si tú no hubieras aparecido en nuestras vidas de forma directa o indirecta.

Maldito cáncer, sólo me queda preguntarte ¿tantos hombres buenos han hecho falta para que por fin te llevaras a un hombre malo? Por fin has afinado la puntería y te has llevado a uno de los muchos alter egos en forma de persona (solo en forma) que tienes. Adiós al Comandante Chávez, sin el que el mundo, seguro, será un poco mejor. Nada más, cáncer, a ver si sirve de precedente y en adelante te vuelves un poco más selecto a la hora de decidir a quien borrar como persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario